Receta de sopa de marisco

Sopa de marisco: el sabor del mar en cada cucharada

La sopa de marisco es un plato lleno de aromas intensos y sabores profundos que evocan el alma del mar. Es ideal para ocasiones especiales, celebraciones familiares o simplemente para disfrutar de una comida reconfortante con productos frescos del mar. Esta sopa combina distintos mariscos como gambas, mejillones, almejas y pescado blanco, cocidos lentamente en un caldo sabroso con sofrito de verduras y un toque de vino blanco. Su textura puede ser más clara o más espesa, dependiendo de la zona y los gustos. Una receta tradicional que se mantiene viva en muchas cocinas mediterráneas por su riqueza, sencillez y elegancia.


Origen del plato:

La sopa de marisco es una preparación con raíces muy antiguas que se remonta a las comunidades pesqueras asentadas en las costas de Europa, especialmente en el área del mar Mediterráneo y el océano Atlántico. En España, es un plato tradicional que se ha transmitido de generación en generación en regiones costeras como Galicia, Asturias, Cantabria, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía.

En Galicia, por ejemplo, la abundancia de mariscos en las rías gallegas ha dado lugar a una rica tradición culinaria donde este tipo de sopas se elaboran con productos como almejas, mejillones, navajas y camarones. Allí suele servirse como primer plato en celebraciones importantes, especialmente durante las fiestas navideñas.

En el Mediterráneo, especialmente en la Comunidad Valenciana y Cataluña, se elaboran versiones similares que combinan marisco con pescados blancos, sofritos elaborados y, a veces, un toque de arroz o fideos finos. Estas variantes se entrelazan con la cocina marinera tradicional, cuyo objetivo era aprovechar el pescado menos comercial (morralla) y los mariscos pequeños para hacer caldos sabrosos.

La sopa de marisco no solo es una receta popular, sino también un reflejo de la cultura pesquera de cada zona. Cada región le aporta sus propios ingredientes y matices, pero todas comparten el mismo principio: sacar el máximo sabor del mar con productos frescos y técnicas sencillas, pero cuidadosas. También se asocia a la cocina humilde de los pescadores, que cocinaban con lo que el mar ofrecía ese día, dando origen a platos que hoy forman parte de la gastronomía festiva y casera de muchas familias.


Ingredientes para 4 personas:

  • 200 g de gambas o langostinos
  • 200 g de almejas
  • 200 g de mejillones
  • 150 g de calamares
  • 200 g de pescado blanco (rape, merluza)
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 puerro
  • 1 tomate maduro
  • 1 hoja de laurel
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 litro de caldo de pescado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Pimentón dulce (opcional)
  • Perejil fresco picado

Elaboración:

1. Preparar el caldo:

En una olla, hervir las cabezas y cáscaras de las gambas junto con espinas o recortes del pescado, una hoja de laurel y un trozo de puerro durante 30 minutos. Colar y reservar.

2. Limpiar y preparar el marisco:

Lavar bien las almejas y los mejillones. En una cazuela aparte, abrirlos al vapor con un poco de vino blanco. Reservar el líquido colado y los mariscos sin conchas.

3. Sofrito de base:

En una olla grande, pochar la cebolla, el puerro y el ajo picados en aceite de oliva. Añadir el tomate pelado y triturado. Cocinar a fuego medio hasta que el sofrito esté bien reducido y concentrado.

4. Incorporar los mariscos:

Añadir los calamares cortados en anillas y las gambas peladas al sofrito. Cocinar unos minutos. Verter el vino blanco y dejar reducir.

5. Cocinar la sopa:

Añadir el caldo de pescado caliente (incluido el líquido de los mejillones y almejas). Incorporar el pescado blanco en trozos. Cocinar todo durante unos 10-15 minutos. Corregir de sal y pimienta.

6. Finalizar y servir:

Añadir los mejillones y almejas al final de la cocción. Espolvorear con perejil picado y, si se desea, un toque de pimentón dulce. Servir caliente acompañada de pan tostado o al natural.


Consejos de presentación:

Elige un buen recipiente

  • Sirve la sopa en platos hondos blancos o de cerámica rústica, que hagan resaltar los colores del marisco y el caldo.
  • También puedes usar una cazuela de barro individual, ideal para transmitir una sensación casera y tradicional.

Coloca el marisco con intención

  • Antes de servir, reserva algunas gambas, mejillones y almejas enteras (con concha limpia) para colocarlos encima, así se ven mejor y dan un efecto visual más apetecible.
  • Evita que el marisco quede hundido en el caldo, colócalo justo al final.

Toque verde al final

  • Un poco de perejil fresco picado justo antes de servir aporta color y frescura.
  • También puedes añadir un hilo fino de aceite de oliva virgen extra por encima para darle brillo.

Pan al lado, pero con estilo

  • Acompaña con rebanadas de pan rústico o pan tostado con ajo. Si haces una sesión de fotos, coloca el pan sobre una servilleta de lino o una tabla de madera.

Cuida el entorno

Añadir detalles como una copa de vino blanco, una servilleta enrollada o incluso conchas limpias decorativas le da un toque más trabajado.

Si vas a tomar fotos: usa una mesa de madera, un mantel de lino claro, una cuchara de estilo tradicional y un fondo neutro.


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