Moldes para queso casero: qué es, cómo se usa y dónde conseguirlo
Los moldes para hacer queso son herramientas fundamentales en el proceso de elaboración del queso artesanal o casero. Su función principal es dar forma a la cuajada y facilitar el drenaje del suero, que es el líquido que se separa de la cuajada durante la coagulación de la leche.
Estos moldes están diseñados con pequeñas perforaciones o ranuras que permiten la salida gradual del suero, lo cual es clave para lograr la textura, firmeza y consistencia deseada en cada tipo de queso. Dependiendo del diseño del molde y del tiempo de prensado, el resultado puede variar desde quesos frescos y blandos hasta quesos duros y curados.
Además de dar forma, los moldes ayudan a que el queso mantenga su estructura uniforme durante el proceso de prensado y maduración, evitando deformaciones y asegurando una mejor presentación final. Algunos moldes incluyen sistemas de presión o tapas especiales para facilitar la extracción del suero y compactar bien la cuajada.
Los hay en distintos tamaños, formas y materiales: desde moldes cilíndricos pequeños para quesos frescos como la ricotta o el queso panela, hasta moldes más grandes y resistentes usados para quesos curados como el manchego, gouda o cheddar. Los materiales más comunes son el plástico alimentario, el acero inoxidable (para uso más profesional) y en algunos casos la madera o la cerámica, especialmente en quesos tradicionales.
En resumen, el molde no solo es una herramienta práctica, sino que también influye directamente en la calidad y personalidad del queso que se elabora. Para quienes disfrutan del proceso artesanal, contar con un buen molde es tan importante como usar una buena leche.

¿Cómo usar el molde para hacer queso?
- Prepara la cuajada
- Comienza calentando la leche y agregando cuajo (natural o líquido) para formar la cuajada. Una vez que cuaje, se corta en trozos pequeños para separar el suero.
- Drena parte del suero
- Con una cuchara o colador, elimina parte del suero líquido, dejando la cuajada un poco más firme. Esto facilita que el queso no quede demasiado húmedo al final.
- Llena el molde con la cuajada
- Coloca el molde sobre una bandeja o recipiente para recoger el suero que escurre. Llénalo con la cuajada poco a poco, presionando suavemente con las manos o una cuchara para compactar.
- Deja drenar el suero
- El molde tiene orificios que permiten que el suero salga lentamente. Deja reposar entre 30 minutos y varias horas, dependiendo del tipo de queso. Puedes ir volteando el queso cada cierto tiempo para que drene por ambos lados.
- (Opcional) Usa una prensa
- Para quesos más firmes (como el manchego o el queso prensado), coloca una tapa o una prensa encima del molde para aplicar peso y ayudar a sacar el suero restante.
- Desmolda el queso
- Una vez drenado, retira con cuidado el queso del molde. Estará compacto y con la forma que le dio el molde. Aquí puedes añadir sal, especias o iniciar el proceso de maduración, si es un queso curado.
Consejitos extras:
- Si usas un molde sin prensa, puedes poner algo de peso encima, como un frasco con agua.
- Es importante que el molde esté limpio y desinfectado antes de usarlo.
- Algunos moldes vienen con tapas o accesorios específicos según el tipo de queso.
Juego de 5 moldes para hacer queso, cestas para hacer quesos de ricotta quark cottage y pequeños quesos de cabra
