Receta de milhojas de berenjena

En esta propuesta, la sencillez se convierte en arte. El milhojas de berenjena es un plato donde cada capa cuenta una historia de sabor, equilibrio y producto.
Rodajas de berenjena asada tiernas y ligeramente ahumadas se alternan con tomate fresco y queso fundente, creando un juego de texturas que conquista desde el primer bocado. Coronado con hojas de albahaca fresca, este plato celebra los aromas y colores del Mediterráneo con elegancia.
Todo se construye al natural, sin artificios, permitiendo que los ingredientes brillen por sí mismos. Es un plato que puede servirse templado o caliente, ideal como entrante ligero o como protagonista de una mesa vegetariana refinada.
Una receta honesta, sabrosa y saludable, pensada para quienes valoran el sabor auténtico y el respeto por el producto de temporada.
Cualidades de la borraja:
La berenjena es una hortaliza versátil, ligera y rica en antioxidantes. Su textura carnosa y su capacidad para absorber sabores la convierten en una favorita en muchas cocinas del mundo, desde la mediterránea hasta la asiática.
Además de su valor gastronómico, es un alimento bajo en calorías y con beneficios saludables bien documentados.
Composición nutricional por 100 g (aprox.)
- Calorías: 25 kcal
- Agua: 92–93%
- Proteínas: 1 g
- Grasas: 0.2 g
- Carbohidratos: 5.9 g
- Fibra: 3 g
- Azúcares: 3.5 g
- Potasio: ~230 mg
- Magnesio: ~15 mg
- Vitamina B6: 0.08 mg
- Folato (B9): 22 mcg
- Vitamina C: 2–3 mg
Propiedades destacadas:
- Baja en calorías y grasas: ideal para dietas equilibradas.
- Fuente de fibra: favorece la digestión y la sensación de saciedad.
- Rica en antioxidantes, especialmente nasunina (presente en la piel morada), que ayuda a proteger las células del daño oxidativo.
- Contribuye a reducir el colesterol: gracias a su contenido en fibra soluble y compuestos fenólicos.
- Efecto diurético suave, por su alto contenido en agua.
- Contiene vitaminas del grupo B (como B1, B6) y minerales como potasio, magnesio y manganeso.
- ⚠️ Importante: La berenjena cruda contiene solanina (una sustancia ligeramente tóxica en grandes cantidades), por lo que siempre debe consumirse cocinada.
Origen de la borraja:
La berenjena (nombre científico: Solanum melongena) es originaria del subcontinente indio y del sudeste asiático, donde se cultiva desde hace más de 2.000 años. Es una planta tropical perenne que pertenece a la familia de las solanáceas, al igual que el tomate, el pimiento y la patata.
Desde la India, su cultivo se extendió hacia China —donde ya se menciona en textos agrícolas del siglo V a.C.— y más tarde fue introducida en el mundo árabe. Fueron los árabes, durante su expansión en el Mediterráneo, quienes llevaron la berenjena al norte de África y a Europa, especialmente a la península ibérica, durante la Edad Media.
En la Europa medieval, la berenjena tuvo una historia curiosa: al principio fue vista con desconfianza por su pertenencia a la familia de las solanáceas (algunas de cuyas especies son tóxicas), e incluso se pensaba que podía provocar melancolía o locura. No fue hasta siglos más tarde que se integró plenamente en la dieta mediterránea.
Hoy en día, es un alimento clave en la gastronomía mediterránea, desde la parmigiana italiana hasta la musaca griega, pasando por el baba ganoush de Medio Oriente y las milhojas o escalivadas de la cocina española.
Ingredientes para 4 personas:
- 2 berenjenas grandes
- 3 tomates maduros (tipo pera o rama)
- 200 g de queso (mozzarella fresca, provolone, queso de cabra o el que prefieras fundente)
- Hojas de albahaca fresca
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración:
1. Preparar las berenjenas:
Lava las berenjenas y córtalas en rodajas finas (de unos 0,5–1 cm). Espolvorea con sal y déjalas reposar 20–30 minutos para que suelten el amargor. Luego enjuágalas, sécalas con papel de cocina y úntalas ligeramente con aceite de oliva.
2. Asar las berenjenas:
Asa las rodajas en una plancha, sartén o al horno a 180 °C durante 15–20 minutos, hasta que estén tiernas y doradas por ambos lados. Resérvalas.
3. Cortar el tomate y el queso:
Lava los tomates y córtalos en rodajas finas. Haz lo mismo con la mozzarella (o el queso elegido).
4. Montar el milhojas:
En una bandeja de horno o en platos individuales resistentes al calor, monta las capas alternando: berenjena, tomate, queso y una hoja de albahaca. Repite hasta formar 3 o 4 capas, terminando con una rodaja de berenjena y una lámina de queso.
5. Hornear (opcional):
Si deseas un acabado más fundente, hornea el milhojas 5–7 minutos a 200 °C hasta que el queso se derrita y gratine ligeramente..
6. Emplatado final:
Añade una hoja de albahaca fresca por encima y, si lo deseas, un chorrito de aceite de oliva virgen extra o unas gotas de reducción de vinagre balsámico.
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