Receta de patatas revolconas de gambas

“El secreto para impresionar sin complicarte en la cocina”

«Hoy te traigo una de esas recetas que huelen a hogar desde que empiezas a cocinarla. Un plato que combina texturas irresistibles y un sabor tan intenso que parece sacado de la carta de un buen restaurante, pero con la facilidad y el toque casero que todos podemos lograr. Desde el primer bocado sentirás cómo la salsa envuelve cada trozo, y será imposible no mojar pan. Es rápida, reconfortante y perfecta para cuando quieres sorprender sin pasarte horas en la cocina. Prepárate… porque esta receta engancha.»


Origen de las patatas revolconas

Las patatas revolconas son un plato muy representativo de la cocina tradicional castellana, con especial arraigo en provincias como Ávila, Salamanca y algunas zonas de Extremadura. Su historia está estrechamente ligada a la vida rural y al ingenio de las gentes del campo para elaborar comidas sabrosas y nutritivas con lo poco que tenían a mano.

Su origen se sitúa varios siglos atrás, en un contexto en el que los campesinos y pastores necesitaban platos energéticos que les ayudaran a sobrellevar las duras jornadas laborales al aire libre. Las patatas, llegadas desde América a finales del siglo XVI, se habían convertido ya en un alimento básico y económico. Su facilidad para cultivarse y almacenarse las hacía ideales para formar parte de la dieta diaria en las zonas interiores de España.

La preparación original era sencilla: las patatas se cocían hasta quedar muy blandas y después se “revolcaban” en un sofrito, un término que hace referencia al movimiento de mezclarlas hasta conseguir una textura cremosa y homogénea. Ese sofrito, hecho con pimentón —muy presente gracias a la producción de la comarca de La Vera— y grasa animal, solía enriquecerse con trozos de panceta o tocino, ingredientes que aportaban sabor y, sobre todo, calorías esenciales en la alimentación de la época.

Este plato se servía habitualmente en cuencos o cazuelas de barro, consumiéndose bien caliente y a menudo como plato único. Su sabor intenso y su textura suave lo convirtieron en un recurso infalible para alimentar y reconfortar. Con el tiempo, las patatas revolconas dejaron de ser únicamente un plato de subsistencia y pasaron a ocupar un lugar destacado en la gastronomía popular.

Hoy en día, siguen presentes en bares, tabernas y ferias gastronómicas, donde se sirven como tapa o ración. Aunque han surgido versiones más elaboradas y adaptadas a la cocina contemporánea, su esencia sigue intacta: un plato humilde, reconfortante y profundamente ligado a la identidad culinaria castellana, que ha sabido perdurar gracias a su sencillez y a ese sabor inconfundible que invita siempre a mojar pan.


Ingredientes (4 personas)

  • 1 kg de patatas
  • 12 gambones grandes
  • 2 huevos
  • 1 cucharada sopera de mahonesa
  • 1 cucharadita de pimentón dulce (puedes usar un poco de picante si prefieres)
  • Sal al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra

Preparación

1. Cocer los gambones:

Cuece los gambones en agua con sal hasta que cambien de color y estén cocidos. Retíralos y reserva el agua de cocción.

2. Cocer las patatas en agua de gambones:

En el agua donde cociste los gambones, cuece las patatas peladas y troceadas hasta que estén tiernas. Escúrrelas bien.

3. Preparar el puré cremoso:

Machaca las patatas hasta obtener un puré suave. Añade la mahonesa y mezcla para dar cremosidad.

4. Incorporar los gambones picados:

Pica la mitad de los gambones y mézclalos con el puré. Ajusta de sal si es necesario.

5. Dar forma al puré:

Coloca la mezcla en un molde para compactar y darle forma. Desmolda con cuidado en los platos.

6. Freír los huevos:

Fríe los huevos en aceite de oliva hasta que la yema quede jugosa y reserva.

7. Montar el plato y decorar

Coloca un huevo frito encima de cada porción de patata. Decora con los gambones enteros y espolvorea con pimentón.


Consejos de presentación:

Usa moldes para darle forma
Coloca el puré en moldes (círculos, cuadrados o formas originales) para que cada porción tenga una presentación limpia y uniforme.

Juega con la altura
Apila el huevo frito encima del puré para crear volumen y un punto focal llamativo.

Decora con gambones enteros
Coloca los gambones enteros cuidadosamente sobre el huevo para aportar color y textura, resaltando el ingrediente principal.

Espolvorea el pimentón justo antes de servir
El pimentón no solo añade sabor sino también un toque visual vibrante que destaca el plato.

Usa un plato blanco o de colores neutros
Así el color de las patatas, gambones y pimentón resaltan mucho más.

Añade un toque verde
Si quieres, puedes poner una ramita de perejil o cilantro para un contraste fresco y colorido.


Maridaje recomendado:

Vino blanco seco y fresco: Un Albariño o un Verdejo joven funcionan de maravilla, porque sus notas cítricas y su acidez equilibran muy bien la cremosidad del puré y realzan el sabor de los gambones.

Cerveza ligera y refrescante: Una pilsner o una lager clara también son opciones ideales para acompañar este plato, aportando frescura sin restar protagonismo a los sabores.

Opciones sin alcohol: Agua con gas con un toque de limón o una limonada casera suave pueden complementar la textura y limpieza del paladar.


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