Receta de boquerones a la andaluza en 15 minutos

Boquerones a la andaluza en 15 minutos y sin manchar nada
Si te gustan los boquerones fritos pero te da pereza preparar todo el rebozado y acabar con la cocina llena de harina, esta receta es para ti. He conseguido el mismo sabor tradicional de siempre, pero con un método mucho más limpio y rápido.
En solo 15 minutos tienes un plato listo para servir, con todo el sabor del sur, crujiente por fuera y jugoso por dentro. Perfectos como tapa, para acompañar con una ensalada o simplemente con un poco de limón y pan.
Lo mejor de todo es que no necesitas ensuciar ni boles ni platos. Una solución práctica para disfrutar de la cocina andaluza sin complicaciones, ideal para el día a día o para cuando tienes visitas y no quieres pasar horas en la cocina.
Una forma diferente de preparar boquerones, pero con el mismo resultado de siempre: puro sabor.
Origen de la receta
Los boquerones a la andaluza son un clásico de la cocina del sur de España, especialmente en las zonas costeras de Andalucía. Su origen está estrechamente ligado a la tradición pesquera de pueblos como Málaga, Cádiz o Huelva, donde el pescado fresco ha sido siempre la base de la alimentación diaria.
Este plato nace de la necesidad de preparar el pescado de forma sencilla y rápida, resaltando su sabor natural sin esconderlo bajo salsas ni elaboraciones complejas. Se utiliza harina para rebozar y una fritura en aceite caliente, lo que da como resultado un pescado crujiente por fuera y tierno por dentro.
La técnica del rebozado “a la andaluza” se caracteriza por usar solo harina, sin huevo ni pan rallado, lo que mantiene la ligereza del plato y permite disfrutar del producto principal en todo su esplendor.
Con el tiempo, los boquerones fritos se han convertido en un símbolo del tapeo andaluz, presentes en bares, chiringuitos y celebraciones populares. A día de hoy, siguen siendo uno de los platos más queridos y representativos del sur, gracias a su sencillez, sabor y arraigo cultural.
Ingredientes (4 personas)
- 500 g de boquerones limpios y sin cabeza
- 2 cucharadas de harina de garbanzo
- 1 cucharada de harina de trigo o de maíz (según prefieras)
- 1 cucharadita de pimentón dulce (o picante, al gusto)
- Sal al gusto
- Ajo en polvo (opcional)
- Aceite de oliva suave para freír
- Limón para servir (opcional)
- 1 bolsa de bocadillos o de congelación
Preparación
1. Prepara la mezcla del rebozado:
En una bolsa de bocadillos o de congelación, añade 2 cucharadas de harina de garbanzo y 1 cucharada de harina de trigo o maíz (según prefieras). Incorpora también el pimentón, la sal y, si te gusta, un poco de ajo en polvo.
2. Añade los boquerones secos a la bolsa:
Cierra y agita suavemente para que queden bien rebozados por todos lados. La harina se adhiere perfectamente sin necesidad de usar platos ni boles.
3. Calienta abundante aceite:
En una sartén amplia a fuego medio-alto. El aceite debe estar bien caliente pero sin humear, para que los boquerones queden crujientes y no se empapen.
4. Fríe los boquerones por tandas:
Sin amontonarlos, durante 1 o 2 minutos por cada lado, hasta que estén dorados.
5. Retira con una espumadera:
Colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
6. Sirve inmediatamente:
Si quieres con unas gotas de limón, y acompáñalos con una ensalada, pan o una bebida fresca.
Consejos de presentación y forma de servir la cuajada:
Usa un plato de cerámica rústica o esmaltada, tipo andaluz o con tonos neutros (blanco, beige, azul marino) para resaltar el color dorado de los boquerones.
Colócalos en forma de abanico o ligeramente apilados, dejando que se vea el crujiente del rebozado. Evita montarlos unos encima de otros en exceso.
Acompaña con unos gajos de limón fresco al lado, cortados de forma rústica o con un pequeño corte decorativo. Le da color y frescura al plato.
Agrega un poco de perejil fresco picado espolvoreado por encima o en un rincón del plato para dar un toque de verde y contraste visual.
Sirve sobre papel de estraza o papel encerado si buscas un estilo más informal, tipo taberna o chiringuito. Queda muy visual y transmite tradición.
Acompaña con una bebida típica, como una cerveza bien fría, una copa de vino blanco o un vermut. Puedes incluirla en la foto o presentación.
Juega con la luz natural si vas a hacer fotos o grabar. Una ventana lateral con luz suave hace que el dorado del rebozado resalte mejor.
Incluye pan y aceitunas en el encuadre si es para redes. Refuerzan la idea de tapa andaluza y hacen más apetecible la imagen.
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