Receta de paella de alcachofas

Paella de alcachofas: sabor de temporada en cada bocado
La paella de alcachofas es una de esas recetas que combinan sencillez, tradición y producto de calidad. Con el inconfundible aroma del sofrito, el punto perfecto del arroz y la frescura de las alcachofas, este plato se convierte en una opción ideal para quienes buscan una paella ligera pero llena de sabor. Perfecta para compartir en familia o sorprender a tus invitados, esta versión de la clásica paella demuestra que la huerta también tiene un lugar protagonista en nuestra cocina.
Origen e historia de las alcachofas
La alcachofa (Cynara scolymus) es una planta originaria de la cuenca mediterránea. Se cree que ya era cultivada por los egipcios y griegos, aunque fueron los romanos quienes la popularizaron en su dieta gracias a su sabor único y sus propiedades digestivas. Durante la Edad Media, la alcachofa se extendió por Europa, siendo muy apreciada en la gastronomía árabe y posteriormente en la española, donde encontró un clima perfecto para su cultivo, sobre todo en la zona del Levante y Murcia. Hoy en día, España es uno de los principales productores mundiales, y la alcachofa es considerada un producto estrella de temporada, especialmente en invierno y primavera.
Además de ser deliciosa y versátil en la cocina, la alcachofa es un alimento muy saludable:
- Digestiva y depurativa: favorece la digestión de las grasas y ayuda a eliminar toxinas del organismo.
- Rica en fibra: mejora el tránsito intestinal y contribuye a la sensación de saciedad.
- Protege el hígado: contiene cinarina, un compuesto que estimula la producción de bilis y mejora la función hepática.
- Baja en calorías: ideal para una dieta equilibrada sin renunciar al sabor.
- Fuente de vitaminas y minerales: especialmente vitamina C, vitamina K, magnesio y potasio.
En resumen, la alcachofa no solo es un ingrediente fundamental en la cocina mediterránea, sino también un gran aliado para nuestra salud.
Ingredientes para cuatro personas:
- 400 g de arroz bomba
- 8 alcachofas frescas
- 1 pimiento rojo
- 2 tomates maduros
- 2 dientes de ajo
- 1 litro de caldo de verduras o de pollo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Unas hebras de azafrán o colorante alimentario
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Limón (para frotar las alcachofas y evitar que se oxiden)
Elaboración:
1. Preparar las alcachofas:
Limpiar las alcachofas retirando las hojas exteriores duras y cortando las puntas. Partirlas en cuartos y frotarlas con limón para que no se oxiden. En la paellera, calentar aceite de oliva y freírlas hasta que queden doradas y crujientes. Retirarlas y reservar.
2. Elaborar el sofrito:
En el mismo aceite, sofreír los ajos picados y el pimiento rojo en tiras. Cuando empiecen a dorarse, añadir los tomates rallados. Cocinar a fuego medio hasta que el sofrito reduzca y tome un color intenso.
3. Incorporar el pimentón y el arroz:
Añadir el pimentón dulce y remover rápidamente para que no se queme. Agregar el arroz y rehogar un par de minutos para que absorba los sabores del sofrito.
4. Añadir el caldo y el azafrán:
Verter el caldo caliente junto con las hebras de azafrán. Rectificar de sal y remover suavemente para distribuir el arroz de forma uniforme.
5. Cocción de la paella:
Cocinar a fuego fuerte durante los primeros 8 minutos y después bajar a fuego medio durante unos 10 minutos más, hasta que el arroz esté en su punto y el caldo casi absorbido.
6. Incorporar las alcachofas:
Unos minutos antes de terminar la cocción, repartir las alcachofas fritas sobre la paella para que mantengan su textura crujiente.
7. Reposo y presentación:
Retirar la paellera del fuego, tapar con un paño limpio y dejar reposar 5 minutos antes de servir.
Maridaje:
La paella de alcachofas es un plato que, por su carácter vegetal y el ligero amargor de la alcachofa, requiere un maridaje muy cuidado. No todos los vinos armonizan bien con este ingrediente, ya que los taninos excesivos o un cuerpo demasiado potente pueden chocar con su sabor. Por eso, la mejor elección son vinos con buena acidez, que limpien el paladar, y con notas frutales que aporten frescura y equilibrio. Los toques de crianza en madera, siempre en su justa medida, pueden sumar matices sin eclipsar el protagonismo de la paella.
En Aragón encontramos dos bodegas que ofrecen referencias ideales para este tipo de plato: Palmeri Sicilia, en la D.O. Campo de Borja, y Bodega Pirineos, en la D.O. Somontano. Sus vinos, elaborados principalmente con Garnacha y otras variedades mediterráneas, aportan la versatilidad y el carácter necesarios para acompañar una receta como esta.
A continuación, algunas sugerencias concretas:
3404 Tinto de Bodega Pirineos: un vino joven, ligero y expresivo, que funciona muy bien con una paella sencilla y fresca, donde predominan las verduras y el aceite de oliva virgen extra. Su carácter frutal y directo resalta los sabores de la huerta sin ocultarlos.
Palmeri Navalta: un Garnacha con crianza que encaja a la perfección cuando la paella de alcachofas incluye pimiento, tomate o un ligero toque de limón. Su frescura frutal equilibra los matices vegetales, mientras que la madera suave añade complejidad.
Palmeri Adán: un gran reserva de Garnacha pensado para ocasiones más especiales. Su mayor estructura marida con paellas elaboradas con caldos más intensos o con un sofrito más marcado, aportando elegancia y profundidad.
Consejos para mejorar la paella de alcachofas
Infusión del azafrán
Para potenciar el aroma y el color, puedes poner las hebras de azafrán en un poco de caldo la noche anterior o al menos 30 minutos antes de usarlo. Esto permite que libere todo su sabor y matices antes de incorporarlo al arroz.
Añadir las alcachofas al final
Como ya mencionamos, freírlas primero y añadirlas casi al final de la cocción mantiene su textura crujiente y evita que se ablanden demasiado.
Sofrito bien concentrado
Cocinar lentamente el ajo, el pimiento y el tomate hasta que se reduzcan y caramelicen ligeramente aporta más profundidad de sabor al arroz.
Rehogar el arroz antes del caldo
Dar unas vueltas al arroz con el sofrito ayuda a que cada grano absorba mejor los aromas antes de añadir el líquido.
Uso del caldo caliente
Siempre añadir el caldo caliente para no romper la cocción del arroz y mantener la temperatura constante en la paellera.
No remover durante la cocción final
Una vez incorporado el caldo, es importante no remover el arroz. Esto permite que se forme la capa típica del “socarrat” en el fondo y que los granos queden sueltos.
Reposo antes de servir
Dejar reposar la paella 5 minutos tapada con un paño limpio permite que los sabores se asienten y el arroz termine de absorber cualquier resto de líquido, logrando la textura perfecta.
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