Receta de pimientos rellenos

El bocado que combina color, suavidad y un final dorado irresistible

Un plato que entra por los ojos antes de conquistar el paladar. Cada pieza guarda en su interior una mezcla jugosa y bien trabajada, protegida por una capa cremosa que se funde en el horno. El exterior se mantiene firme, preservando su forma y ofreciendo un contraste perfecto con la textura tierna del interior. Al cortar, se libera un aroma cálido y envolvente que invita a probarlo sin demora. La superficie, ligeramente tostada, aporta ese toque crujiente que lo eleva. Es una propuesta pensada para disfrutar despacio, saboreando cada detalle. Un equilibrio entre lo casero y lo especial que deja ganas de repetir.


Propiedades y origen del pimiento:

El pimiento es originario de América, concretamente de la zona que hoy corresponde al sur de México, Centroamérica y parte de Sudamérica.

Se cultiva desde hace miles de años y formaba parte fundamental de la dieta de las civilizaciones precolombinas, como los mayas, aztecas e incas. Tras el descubrimiento de América, fue llevado a Europa por los españoles en el siglo XVI, desde donde se extendió rápidamente al resto del mundo.

El pimiento rojo es un alimento muy completo y con interesantes beneficios para la salud. Aquí tienes sus principales propiedades:

Efecto antiinflamatorio: gracias a sus compuestos vegetales, puede ayudar a reducir procesos inflamatorios leves.

Rico en vitamina C: contiene incluso más que la naranja, lo que ayuda a reforzar el sistema inmunológico y favorece la producción de colágeno.

Fuente de antioxidantes: especialmente carotenoides como el licopeno y la capsantina, que protegen las células del daño oxidativo y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro.

Bajo en calorías: ideal para dietas ligeras, ya que aporta mucha saciedad con pocas calorías.

Aporta vitamina A: fundamental para la salud ocular y el buen estado de la piel.

Contiene fibra: favorece el tránsito intestinal y ayuda a mantener niveles estables de glucosa en sangre.

Minerales esenciales: como potasio, magnesio y fósforo, que contribuyen al buen funcionamiento muscular y nervioso.


Ingredientes para cuatro personas:

  • Para los pimientos y el relleno
  • 4 pimientos grandes (mejor de colores variados)
  • 500 g de carne picada (ternera/mixta)
  • 1 cebolla mediana picada
  • 2 dientes de ajo picados
  • 300 g de tomate triturado
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • ½ cucharadita de comino (opcional)
  • Orégano o tomillo al gusto
  • Sal y pimienta
  • 2–3 cucharadas de aceite de oliva
  • Para la bechamel
  • 40 g de mantequilla
  • 40 g de harina
  • 500 ml de leche entera (a temperatura ambiente)
  • Nuez moscada, sal y pimienta
  • Para gratinar
  • 80–120 g de queso rallado (grana, manchego tierno, emmental o mezcla)

Elaboración:

1. Prepara los pimientos:

Lava, seca y corta la “tapa” superior. Vacía semillas y nervios. Sala ligeramente el interior y reserva.

2. Sofríe la base:

En una sartén con el aceite, cocina la cebolla 6–8 minutos a fuego medio hasta que esté transparente. Añade el ajo 1 minuto más.

3. Cocina la carne:

Incorpora la carne, desmenuza y dora 5–7 minutos. Agrega pimentón, comino (si usas), orégano, sal y pimienta.

4. Añade el tomate y reduce:

Vierte el tomate, cocina 10–12 minutos hasta que espese y quede jugoso pero no líquido. Ajusta de sal. Reserva.

5. Prepara la bechamel suave:

Funde la mantequilla, añade la harina y cocina 2 minutos sin que tome color. Incorpora la leche poco a poco, batiendo, hasta espesar (5–7 minutos). Sala, pimienta y perfuma con nuez moscada.

6. Monta el relleno:

Rellena los pimientos con la carne caliente, cubre la superficie con 2–3 cucharadas de bechamel y un poco de queso. Coloca las “tapas” a un lado o encima, como prefieras.

7. Hornea hasta tiernos y firmes:

Lleva a una fuente, tapa ligeramente con papel de aluminio y hornea a 180–190 °C durante 30–40 minutos, hasta que el pimiento esté hecho pero mantenga la forma.

8. Gratina y reposa:

Retira el papel, añade más queso encima y gratina 5–8 minutos a 220 °C hasta dorar. Deja reposar 5 minutos antes de servir para que asienten jugos y bechamel.


Tips para unos pimientos perfectos

  • Escalda los pimientos 3–4 minutos antes de rellenarlos para acortar el tiempo de horno y suavizar su textura.
  • Añade un chorrito de vino blanco o brandy a la carne antes del tomate para dar aroma y profundidad.
  • Si el relleno queda muy líquido, reduce unos minutos más antes de rellenar.
  • Para versión sin gluten, sustituye la harina de la bechamel por 30 g de maicena.
  • Enriquece la bechamel con una mezcla de quesos para un gratinado más sabroso.
  • Corta ligeramente la base del pimiento (sin agujerear) para que no se tumbe en la fuente.
  • Añade a la carne un puñado de arroz cocido o dados de calabacín para más textura.
  • Usa pimientos de varios colores para una presentación más vistosa.
  • Recalienta tapados con papel de aluminio a 150 °C para que no se sequen.
  • Deja reposar 5 minutos después de gratinar para que asienten jugos y bechamel.

Maridaje:

Maridaje con vino:

  • Tinto joven o crianza suave: un Tempranillo joven de Rioja o un Garnacha de Campo de Borja, que aporten fruta y frescura sin tapar el plato.
  • Blanco con cuerpo: un Chardonnay con ligera crianza en barrica o un Verdejo fermentado en barrica, que combine bien con la bechamel y el queso.
  • Rosado afrutado: un rosado navarro o de la Provenza francesa, fresco y aromático, perfecto si sirves el plato en un día cálido.

Otras bebidas:

  • Cerveza tipo Amber Ale o Märzen: malteadas, con notas tostadas que acompañan bien la carne y el gratinado.
  • Sidra natural asturiana: su acidez limpia la boca tras cada bocado cremoso.
  • Agua con gas y rodaja de limón: para un maridaje sin alcohol que refresca y realza los sabores.

Consejos de presentación:

Córtalos con cuidado: si vas a servirlos abiertos, hazlo con un cuchillo bien afilado para que se vea el relleno limpio y apetitoso.

Sirve en fuentes de contraste: pimientos de colores vivos resaltan más sobre platos o tablas oscuras, como pizarra o cerámica negra.

Decora con hierbas frescas: unas hojas de perejil, albahaca o cebollino aportan color y frescura.

Juega con la altura: coloca algunos pimientos de pie y otros tumbados para que se vea el relleno y el gratinado.

Acompaña con guarnición ligera: una cama de hojas verdes o una ensalada de tomate en dados equilibra visualmente y en sabor.

Brillo final: un chorrito de aceite de oliva virgen extra justo antes de servir les da un acabado jugoso y fotogénico.

Mantén el gratinado intacto: hornea y gratina justo antes de servir para que la capa de queso y bechamel no pierda textura.

En versión individual: si son pequeños, preséntalos en raciones personales con su propia “tapita” al lado.


¿Te ha gustado esta delicia?

Entonces no te pierdas todo lo que tengo preparado
👉 Sígueme en Instagram @raulpueyo_recipes para más recetas dulces, creativas y fáciles de hacer.

¡Hola cocinero!
Encantados de conocerte.

Regístrate para recibir todas mis recetas cada mes.

¡No hacemos spam! Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *