Receta de arroz al horno

Arroz al horno tradicional: el sabor de la cocina de siempre
El arroz al horno es uno de esos platos que huelen a hogar, a domingo y a mesa familiar. Con una base sencilla de arroz, garbanzos, carne y embutidos, este clásico de la cocina valenciana combina sabores intensos y texturas irresistibles. Cocinado lentamente en el horno, el resultado es un arroz suelto, dorado por encima y lleno de matices. Ideal para preparar con antelación y disfrutar en compañía, es una receta que demuestra que lo simple, bien hecho, puede ser extraordinario.
Historia del apple pie
El arroz al horno es una de las recetas más emblemáticas de la gastronomía valenciana, especialmente de las comarcas del interior, donde nació como una forma ingeniosa de aprovechar los restos del cocido. Su origen se remonta a tiempos en los que nada se desperdiciaba en la cocina: con las sobras del “puchero” (garbanzos, morcilla, panceta, carne cocida y caldo), las familias elaboraban este plato que, con el tiempo, se convirtió en una auténtica joya culinaria.
Tradicionalmente, se cocinaba en cazuela de barro, lo que le aportaba un sabor y textura únicos. El uso del horno era también una cuestión práctica: en los pueblos, muchas casas no tenían horno propio, así que se llevaba la cazuela al horno del panadero, que la cocía junto al pan diario. De ahí viene su nombre: “arroz al horno”.
En su forma más clásica, el arroz al horno incluye arroz, garbanzos, tomate, patata, morcilla, panceta, costilla de cerdo y a veces cabeza de ajos entera. El equilibrio entre el caldo, la grasa y el tiempo de cocción es lo que garantiza ese resultado tan característico: un arroz seco, suelto y dorado por encima.
Como curiosidad, en la provincia de Valencia existe incluso un concurso anual dedicado exclusivamente a este plato, el “Concurs d’Arròs al Forn” de Xàtiva, donde los cocineros compiten por mantener viva la tradición y demostrar su dominio de esta receta tan popular. Además, cada familia suele tener su versión propia: algunas añaden longaniza, otras utilizan sobras del cocido, e incluso hay variantes con bacalao o verduras.
El arroz al horno es mucho más que una receta: es un testimonio de la cocina de aprovechamiento, del ingenio popular y de la pasión mediterránea por compartir buena comida alrededor de la mesa.
Ingredientes
- 300 g de arroz redondo
- 600 ml de caldo del cocido o caldo de carne
- 200 g de garbanzos cocidos
- 2 morcillas de cebolla
- 150 g de panceta o tocino fresco
- 4 costillas de cerdo troceadas
- 1 tomate maduro grande
- 1 cabeza de ajos entera
- 1 patata mediana
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Preparación
1. Preparar los ingredientes:
Pela y corta la patata en rodajas finas. Corta el tomate en rodajas gruesas y reserva. Seca bien la carne con papel de cocina para que se dore mejor. Precalienta el horno a 200 °C.
2. Dorar la carne y el ajo:
En una cazuela de barro apta para horno, añade un chorro generoso de aceite de oliva y dora las costillas y la panceta hasta que estén bien selladas. Añade la cabeza de ajos entera para que perfume el aceite. Retira y reserva.
3. Sofreír el arroz y el pimentón:
En el mismo aceite, añade el pimentón dulce y remueve rápidamente para que no se queme. Incorpora el arroz y sofríelo durante un minuto, mezclando para que se impregne del sabor de la carne y el pimentón.
4. Montar el arroz al horno:
Reparte los garbanzos sobre el arroz, coloca encima las costillas, la panceta y las morcillas. Añade las rodajas de tomate y patata decorando la superficie. Vierte el caldo caliente con cuidado. La proporción ideal es el doble de líquido que de arroz.
5. Hornear:
Introduce la cazuela en el horno precalentado a 200 °C y cocina durante unos 25 a 30 minutos, o hasta que el arroz esté tierno y el caldo se haya absorbido. Si la superficie no se ha dorado lo suficiente, puedes gratinar los últimos minutos.
6. Reposar y servir:
Saca la cazuela del horno y deja reposar el arroz unos 5 minutos antes de servir. Este tiempo permite que el grano asiente y conserve su textura perfecta.
Maridaje:
Maridar arroz al horno no es difícil, porque es un plato contundente: combina arroz, caldo potente, carnes, embutidos, sabores grasos (morcilla, panceta), legumbres y hortalizas. Lo ideal es acompañarlo con un vino con cuerpo, buena acidez para equilibrar la grasa y complejidad suficiente para realzar todos los matices del plato.
Qué buscar en el vino
- Tintos con crianza, o con cierta estructura, que soporten la intensidad de las carnes y embutidos.
- Buena acidez que limpie el paladar y aporte frescura.
- Aromas de fruta madura, especias y notas de madera que acompañen los sabores del arroz.
- En versiones más ligeras o con más verduras, también puede funcionar un blanco con cuerpo o un espumoso seco.
Vinos recomendados
Bodega | Vino sugerido | Características destacables | Por qué funciona con arroz al horno |
---|---|---|---|
Pagos del Moncayo | Prados Colección Syrah | Cuerpo potente, aromas de frutas negras y toques de roble. | Su estructura tánica y riqueza de fruta equilibran la grasa de la panceta y la morcilla, potenciando los sabores del arroz. |
Palmeri Sicilia | Palmeri Adán | Garnacha con crianza en roble, taninos maduros y gran intensidad aromática. | La Garnacha se adapta perfectamente a los platos tradicionales, aportando calidez y redondez al conjunto. |
Palmeri Sicilia | Palmeri Navalta | Garnacha equilibrada, con buena acidez y notas de fruta roja y especias. | Su equilibrio permite acompañar el plato sin enmascarar los sabores del arroz ni de las carnes. |
Bodem | Las Margas Garnacha Blanca | Blanco con cuerpo, buena acidez y notas minerales. | Ideal si el arroz al horno lleva más verduras o menos embutidos; aporta frescura y armoniza con la textura del arroz. |
Bal Minuta | Manelmía | Espumoso elaborado con Riesling, de perfil fresco y cítrico. | Perfecto para versiones más ligeras del plato o para equilibrar la grasa con su burbuja y acidez natural. |
Recomendación final
Si el arroz al horno es el tradicional, con costillas, panceta y morcilla, un tinto con cuerpo como Prados Colección Syrah de Pagos del Moncayo o Palmeri Adán de Palmeri Sicilia será la mejor elección. Ambos resaltan el carácter rústico del plato y equilibran su intensidad sin dominarlo.
Si el arroz es más vegetal o se busca un maridaje más fresco, un blanco con estructura como Las Margas Garnacha Blanca de Bodem o el espumoso Manelmía de Bal Minuta aportarán contraste, ligereza y elegancia.
Consejos para que te salga perfecto:
Usa una cazuela de barro
El barro distribuye el calor de forma uniforme y conserva la temperatura, logrando un arroz tierno por dentro y con la capa superior dorada y crujiente, como manda la tradición.
Controla bien el caldo y el horneado
Añade el caldo siempre caliente, en proporción de dos partes por cada parte de arroz, y hornea a 200 °C durante unos 25-30 minutos. No remuevas una vez que esté en el horno y deja reposar unos minutos antes de servir para que el grano se asiente.
Usa caldo casero y productos de calidad
El caldo es el alma del plato: si lo preparas con restos del cocido o con huesos, verduras y especias naturales, el sabor se multiplica. Acompáñalo siempre con embutidos y carnes de buena calidad, porque son los que dan carácter al auténtico arroz al horno.
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