De mis fogones a tu mesa: mi primer libro de cocina
Mi primer libro: un sueño hecho realidad
Después de muchos años entre fogones, recetas y recuerdos, por fin puedo compartir algo muy especial: mi primer libro de cocina. Este proyecto nace de la ilusión de conservar y transmitir lo que más me apasiona: la cocina tradicional, la de toda la vida, la que huele a hogar y sabe a historia.
Cada receta que encontrarás en sus páginas tiene un pedacito de mi pueblo, Híjar, y de las personas que me enseñaron que cocinar es una forma de querer.
Ha sido un camino lleno de esfuerzo, cariño y muchas ganas de que estas recetas lleguen a tu mesa.
Espero que al abrir este libro sientas lo mismo que yo sentí al escribirlo: la emoción de revivir los sabores de siempre y mantener viva nuestra tradición culinaria.
Y lo mejor de todo es que ya está a la venta en Amazon, para que puedas llevarte a casa un pedacito de esta historia y disfrutar de los sabores que nos unen.

Hay aromas que no se olvidan. El del guiso que burbujea a fuego lento, el pan recién hecho en el horno, o ese toque de canela que anuncia que algo bueno está por venir. Mi historia en la cocina empezó mucho antes de que yo supiera escribir una receta. Comenzó en la casa de mi abuela, entre cazuelas de barro y cucharas de madera, escuchando sus consejos y observando cómo, con pocos ingredientes y mucho corazón, daba vida a platos que reunían a toda la familia.
Más tarde fue mi madre quien tomó el relevo, manteniendo viva esa tradición, adaptando lo aprendido sin perder nunca la esencia. Y ahora soy yo quien continúa ese legado, con la ilusión de conservar y compartir esas recetas que forman parte de nuestra memoria. Este libro es, en realidad, una carta de amor a mi familia, a mis raíces y a mi pueblo, Híjar, donde aprendí que cocinar es una forma de querer.
En sus páginas encontrarás recetas que atraviesan generaciones, sabores que vienen del alma y que representan la riqueza de la cocina tradicional aragonesa, sencilla y sincera, pero también guiños a platos de otros rincones de España, porque la buena cocina no entiende de fronteras. Cada receta es una historia, un pedazo de vida, un recuerdo que ahora viaja del papel a tu mesa.
Escribir este libro ha sido un viaje de vuelta a mis orígenes. Un recordatorio de que, a veces, lo más valioso está en las cosas simples: una sopa bien hecha, un guiso que huele a domingo, una sobremesa compartida. Ojalá, al leerlo, sientas la calidez de esas recetas de siempre y la emoción que yo sentí al recuperarlas. Porque este libro no solo habla de cocina: habla de hogar, de raíces y de amor.
A quienes dan sentido a este camino
Este libro está dedicado a las personas que me han enseñado que cocinar va mucho más allá de seguir una receta: es cuidar, compartir y recordar.
A mis abuelas, Carmen y Teresa, por ser las verdaderas maestras de la cocina tradicional, por transmitirme con paciencia sus secretos y por demostrarme que los mejores platos no necesitan más que cariño y tiempo.
A mi madre, Pilar, por mantener viva la llama de esa herencia culinaria, por enseñarme a no rendirme y por estar siempre ahí, con una sonrisa y un plato en la mesa.
A mi hijo, Adrián, por haber sido una pieza clave en este sueño. Sin su ayuda, su apoyo constante y su ilusión, este libro no habría llegado a ver la luz. Gracias por acompañarme en cada paso, por compartir conmigo este proyecto y por demostrarme que el amor por la cocina también se hereda.
A Olga, mi insufrible mujer como cariñosamente la llamo, por su paciencia infinita, por probar todos mis experimentos y por acompañarme incluso cuando la cocina parecía un campo de batalla. Sin ti, nada de esto tendría el mismo sabor.
Y a mis amigos Germán, Noemí, Begoña, Alejandro, Vanesa, Ana y Yolanda, por estar siempre cerca, por sus palabras, sus risas y por recordarme que los mejores momentos, como las mejores comidas, siempre se disfrutan en buena compañía.
Este libro es para todos vosotros. Porque, de una forma u otra, sois el ingrediente principal de mi vida.
