Receta de Raviolis de calabacín con jamón y queso

Raviolis de calabacín con jamón y queso al horno.

Estos raviolis de calabacín son una alternativa ligera y sabrosa a los clásicos empanados. Elaborados con finas láminas de calabacín que envuelven un relleno cremoso de jamón y queso, se empanan cuidadosamente y se hornean para lograr una textura dorada y crujiente sin necesidad de freír. El resultado es un bocado jugoso por dentro y crujiente por fuera, ideal como entrante, cena ligera o para sorprender con un aperitivo diferente.

Además de ser fáciles de preparar, estos raviolis son una forma creativa de incorporar verduras a tu dieta sin renunciar al sabor. Puedes acompañarlos con una ensalada fresca o servirlos como parte de un picoteo saludable. Una receta sencilla, versátil y perfecta para toda la familia.


Ingredientes (4 personas)

  • 2 calabacines medianos
  • 200 g de jamón (en lonchas finas)
  • 200 g de queso mozzarella o queso que funda bien
  • 2 huevos
  • Pan rallado (aproximadamente 100 g)
  • Harina (opcional, para empanar)
  • Aceite de oliva (para pincelar o rociar antes del horneado)
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación

1. Preparar los calabacines

Lava los calabacines y córtalos en láminas muy finas a lo largo, usando una mandolina o cuchillo afilado. Necesitarás unas 4 láminas por ravioli (2 en cruz para la base y 2 para cerrar).

2. Montar los raviolis

Sobre una superficie de trabajo, coloca dos láminas de calabacín en forma de cruz. En el centro, pon un trozo de jamón y un poco de queso. Luego cierra el paquete doblando las puntas del calabacín hacia el centro, formando un paquetito.

3. Empanar

Pasa cada ravioli por huevo batido y luego por pan rallado (puedes pasar primero por harina si quieres un empanado más crujiente). Asegúrate de que queden bien sellados.

4. Hornear

Coloca los raviolis en una bandeja de horno con papel vegetal. Rocíalos con un poco de aceite de oliva o pincélalos suavemente.
Hornea a 200 °C (arriba y abajo, precalentado) durante 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes.

5. Servir

Sirve calientes, recién salidos del horno. Puedes acompañarlos con una salsa ligera de tomate, yogur con hierbas o simplemente solos.


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