Receta de nubes de crema

“Bocaditos de nube: crema suave con crujiente de almendra”
Imagina un postre que combina la ligereza de un hojaldre dorado con la suavidad de una crema pastelera aterciopelada. Estos bocaditos de crema y almendra son pequeños tesoros que enamoran a primera vista y conquistan al primer bocado. La capa superior, espolvoreada con azúcar glas y finas láminas de almendra, añade un toque crujiente y elegante. Su interior esconde un relleno cremoso, equilibrado en dulzor y con una textura sedosa que se deshace en la boca. Son perfectos para acompañar un buen café o té, y aún más irresistibles como cierre de una comida especial. Un detalle delicado, casero y lleno de sabor que convierte cualquier momento en un instante memorable.
Origen del postre
Este postre tiene su origen en la repostería clásica europea, especialmente en Francia e Italia. En el siglo XIX, las pastelerías francesas comenzaron a elaborar masas de brioche y hojaldre rellenas de crema pastelera, a las que con el tiempo se les añadieron almendras y azúcar glas para darles un toque elegante y crujiente. En Italia existe una versión muy parecida llamada fagottini di crema, típica de desayunos y meriendas. En España, se conocen como bocaditos de crema o bollos de fiesta, adaptados a la tradición local. En realidad, se trata de una evolución compartida de la pastelería europea, uniendo el hojaldre, la crema pastelera y los frutos secos en un dulce delicado y refinado que se ha extendido por todo el continente.
Ingredientes para cuatro personas:
- Para la masa
- 1 lámina de hojaldre rectangular (250 g aprox.)
- 1 huevo batido (para pincelar)
- 30 g de almendras laminadas
- Azúcar glas para espolvorear
- Para la crema pastelera
- 500 ml de leche entera
- 100 g de azúcar
- 40 g de maicena
- 4 yemas de huevo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Elaboración:
1. Preparar la crema pastelera:
Calienta la leche con la vainilla hasta que casi hierva. En un bol, bate las yemas con el azúcar y la maicena. Vierte poco a poco la leche caliente sobre la mezcla de yemas sin dejar de remover. Vuelve a poner en el cazo y cocina a fuego medio hasta que espese. Cubre con film a piel y deja enfriar.
2. Cortar y dar forma al hojaldre:
Extiende la masa de hojaldre y corta círculos de unos 6-7 cm de diámetro. Colócalos sobre una bandeja con papel de horno.
3. Pincelar y decorar con almendras:
Pincela la mitad de los círculos con huevo batido y espolvorea almendras laminadas por encima. Estos serán las tapas.
4. Hornear:
Hornea a 190 °C durante 15-18 minutos, hasta que estén dorados y hojaldrados. Deja enfriar sobre una rejilla.
5. Rellenar:
Abre los círculos de hojaldre por la mitad (base y tapa). Rellena la parte inferior con la crema pastelera usando una manga pastelera.
6. Montar los bocaditos:
Coloca encima la tapa con almendras, presionando ligeramente para que queden firmes.
7. Toque final:
Espolvorea azúcar glas antes de servir.
Consejos de presentación:
- Usa una base elegante: colócalos sobre un plato o un pedestal de repostería blanco para resaltar el contraste de colores.
- Espolvorea justo antes de servir: añade azúcar glas al final para que luzcan frescos y con ese efecto “nevado” tan vistoso.
- Acompañamiento visual: coloca unas almendras enteras o laminadas alrededor del plato para reforzar el ingrediente protagonista.
- Juego de alturas: apílalos en forma de torre de tres unidades o colócalos en círculo, creando un centro de mesa llamativo.
- Toque de color: decora con unas hojitas de menta fresca o unas frutas rojas (frambuesas, fresas, grosellas) para dar contraste.
- Presentación individual: sirve cada bocadito en cápsulas de papel rizado o en mini platos de postre, ideal para reuniones elegantes.
- Maridaje: acompáñalos con una taza de café espresso o un té suave en la presentación, para crear una imagen más acogedora.
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